Descubrir las posibilidades de un piso antes de empezar a reformarlo suele ser la clave para afrontar todo el proceso que conlleva la transformación. El antes de este piso, situado en un céntrico barrio de Madrid, era un angosto pasillo en el que desembocaban cada uno de los dormitorios, además de la cocina y el baño para acabar en un amplio salón comedor, oscuro y desconectado de la terraza. Además, la terraza, elemento clave, se asomaba casi de casualidad y con timidez, cómo queriendo pasar desapercibida.

 

Desde un inicio tuvimos claro que el punto fuerte de la reforma sería darle el protagonismo que se merecía a la terraza, así como redistribuirlo todo con el único objetivo de que la luz natural lo inundará todo y el piso se convirtiera en un lugar de espacios amplios, acogedores y que invitaran a quedarse a vivir.

 

Claves de la reforma:

• Ampliar el acceso a la terraza

• Crear un único espacio para la cocina y salón, integrando de manera natural la terraza como una zona más de comedor o de relax

• Un dormitorio luminoso, con pocos elementos pero bien escogidos y crear dos zonas auxiliares adicionales como vestidor y despacho

 

Claves del interiorismo

• Buscar un hilo conductor a lo largo de todas las estancias: la forma de espiga en suelo y paredes

• Materiales cálidos y elegantes: tarima oscura, terciopelos en los textiles, y negro y dorado en luces y mobiliario auxiliar

• Crear un baño único con una pared alicatada en negro y apostar por las luces indirectas en espejo y zona de ducha

• Diseñar una cocina que se integrara perfectamente en el salón para que el espacio fuera continuo sin ningún elemento que lo rompiera visualmente

• Apostar por una terraza con dos zonas: zona relax y zona comedor, que resultara cómoda, acogedora y que invitara a vivirla

 

El resultado un piso elegante y sofisticado sin perder calidez.  Un piso que sorprende nada más entrar, que invita a quedarse a disfrutarlo y que sorprende por cómo la luz lo inunda y se multiplica a lo largo del día.